Ha pasado harto tiempo desde mi última entrada en el blog. Realmente, en muchas ocasiones no tuve tiempo, y en otras simplemente no recordaba este espacio, pero ya estoy de vuelta para poner algunos temas interesantes aquí y opinar.
En esta ocasión quiero opinar sobre algo que realmente me tiene la cabeza hinchada. Se trata de la energía.
En Chile existen varias formas operativas de generación de energía: 1.- Las centrales hidroeléctricas, 2.- Las centrales termoeléctricas y 3.- Las centrales eólicas. Todos estos métodos de generación de energía tienen los siguientes porcentajes:
- Termoeléctrica: 53.51%
- Hidroeléctrica: 45.14%
- Eólica: 1.36%
El sistema es capaz de generar una potencia neta de 11.834 MW. Ahora bien, el punto es que Chile NECESITA energía urgentemente, dado su nivel de consumo, producción, etc. El problema es que cada vez que escucho un nuevo proyecto de energía, prácticamente TODO el mundo está en contra, y han habido muchos proyectos buenos que han sido cancelados porque la gente se opuso. Entiendo perfectamente que la producción de energía genera problemas ambientales, pero también genera problemas ambientales los automoviles, el metro, las carreteras, los restaurantes. En fin, cualquier cosa que se proponga el ser humano hacer en la tierra va a generar un problema ambiental, eso de seguro.
Por otra parte, existe una gran desinformación respecto de la energía. Existen 2 cosas que deben permanecer estables en la electricidad. El voltaje y la frecuencia. La estabilidad de estos 2 parámetros es fundamental para los usuarios, ya que si por ejemplo, la frecuencia varía, la velocidad de los motores se ve afectada, y si el voltaje aumenta mucho, puede quemar los aparatos domésticos. El problema de mantener un voltaje relativamente constante de 220 Volts y una frecuencia clavada al rededor de los 50Hz es un problema realmente MAYÚSCULO. No estamos hablando de algo que con alambres y interruptores se pueda solucionar, es un problema serio y muy complejo. Si hasta antes de ver esta opnion no sabías esto, ahora es mi turno de decirte que hacer que puedas leer este artículo, ver facebook, cargar tu celular, encender el hervidor para tomar te, usar el refrigerador o el microondas, es una tarea compleja, no sencilla como mucha gente la pinta, ya que para lograrlo se requieren grandes inversiones y mucha ingeniería. Realmente es un privilegio que tengamos un sistema eléctrico tan sólido como el que tenemos, y lo digo en serio.
Lamentablemente, las energías limpias son poco eficientes. ¿A que me refiero con esto? Por ejemplo, las centrales eólicas requieren de lugares donde el viento tenga un régimen más o menos constante, vientos parejos, poco turbulentos y que cuya velocidad esté dentro de cierto rango. Ahora bien, climáticamente hablando, un lugar ventoso podría no cumplir nunca esas características, podría cumplirlas a veces, podría cumplirlas algunas veces en el mes, etc. Entonces por ejemplo, en el sector de Canela (4ta Región) existen varias plantas eólicas, pero ¿Que sucede si no hay viento? La respuesta es lógica. No habrá energía. Todo esto nos lleva a pensar en una energía más eficiente, las que pueden ser: termoeléctricas, hidroeléctricas y nucleares (si, nucleares, son de hecho las más eficientes), pero que lamentablemente, tienen costos ambientales importantes.
Ahora bien ¿Cual es el rol de las autoridades? ¿Cual es el rol de los ecologístas? Bueno, son los encargados de exigirles a las empresas generadoras estándares ambientales altos, son los encargados de hacer que las empresas generen energía pero con el mínimo impacto ambiental. Chile necesita energía, y lamentablemente eso tiene un impacto ambiental asociado. Pero ¿que haremos? ¿vamos a cancelar todos los proyectos de energía y así tendremos poca energía en el futuro? o ¿exigiremos a las empresas que contaminen lo menos posible y a las autoridades que fiscalicen que esto se cumpla?
Solo de nosotros depende de si seguriemos usando la energía como la usamos hoy.
Fuente de los datos: Comisión Nacional de Energía (Capacidad Instalada de Generación)