Hay formas y formas de protestar

Sin duda que el movimiento estudiantil tiene bastante poder hoy. Es un movimiento que es capaz de poner en el tapete nacional un tema tan delicado e importante como la educación, capaz de enviar gente a entrevistas en canales de televisión y programas radiales, capaz de organizarse, capaz de hacer convocatorias espectaculares, etc. Es decir, es claro que es un movimiento potente, tal como lo era el año 2006, o quizás más.

Es claro que la causa es noble, es ambiciosa y que nos beneficiará a todos; de conseguirse las demandas, nuestros hijos y las siguientes generaciones de chilenos tendrán educación gratuita junto a otros beneficios, lo cual es bastante aterrizado y para nada "tirado de las mechas", ya que en otros países si existe educación gratuita. Cito por ejemplo el caso de Argentina como el más cercano.

Sin embargo, lo que no me parece correcto es la destrucción que se genera cada vez que existe una marcha, cada vez que hay una toma, cada vez que difunde la información en las calles. Es más, me parece que le resta seriedad, validez y honestidad al movimiento. Es cierto que existen personas que no pertenecen al movimiento estudiantil o a casas de estudio en específico y que están constantemente causando caos, desordenes y destrucción en el centro de Santiago, o al interior de las casas de estudio. Sin embargo, también existen personas que si pertenecen o al movimiento o a diferentes casas de estudio que también contribuyen con la destrucción y el caos. Realmente desconozco sus motivaciones para hacerlo, pero cualquiera que sea no es justificable.¿Por qué?

Pues porque a pesar de que no lo notamos, nosotros mismos tenemos que financiar con dinero de los impuestos que pagamos (IVA) lo que han hecho grupos minoritarios. En el caso de las universidades pasa igual, los mismos estudiantes se ven perjudicados con los destrozos al año que sigue o unos cuantos semestres después porque subió el arancel. Realmente pienso que rayar las paredes de la universidad con spray es una falta de respeto para todos los estudiantes, incluso para aquellos quienes lo hacen, a parte de una mala idea.

Me parece bien protestar, más aún cuando las cosas que se piden son justas y benefician a todos.

Abrazo